jueves, 18 de noviembre de 2010

EL TOC O NEUROSIS OBSESIVA.



Hablar de neurosis obsesiva es hablar de una de las estructuras psíquicas más complejas y esta complejidad se ve reflejada en sus síntomas.

Hablaremos del síntoma como la manera de procesar un deseo no tolerado para la persona. Llegamos a decir que para esa persona, en ese momento, el síntoma es una solución.

Y esto no es ni mejor ni peor, es una manera de posicionarse frente al deseo, aunque también hay otras que producen resultados diferentes.

En muchas ocasiones, los síntomas ayudan a los pacientes a llegar a la consulta de un psicoanalista, de un médico.

Pero ¿cómo se constituye el TOC? Bien, en la evolución sexual de la persona hay varias etapas, en la constitución de la neurosis obsesiva existe un acto acontecido en la etapa de la sexualidad infantil, que se enlaza a una sensación de placer, y esto no quiere decir que haya producido realmente, es decir, puede haber sido fantaseado, pero siempre va a estar, enlazado a esa fantasía, a ese pensamiento, o ese acto, una sensación de placer.

Una de las características principales de los pacientes con TOC es la tendencia a culparse y reprocharse, cosas o sucesos, de los cuales no han participado, se culpan de los robos, crímenes y delitos que, por ejemplo, pueden llegar a ver los periódicos o en la televisión, con los que nada han tenido que ver.

La culpa manifiesta que siente el obsesivo es precisamente por haber gozado, por hacer sentido placer, pero como no sabe de qué gozó o con qué sintió ese placer, ya que aquel acontecimiento que recuerda de su infancia, queda desligado, separado, por el mecanismo de la represión, de la sensación de placer, del afecto, es decir, que el obsesivo, recuerda perfectamente la escena o el pensamiento que tuvo, pero no siente nada al respecto frente a él, no tiene ningún sentido, ningún valor para él, ya que el afecto ha sido desplazado, conscientemente a otra representación.

Por el contrario el afecto o el placer sentido busca en la realidad actual acciones o pensamientos a los que enlazarse. Va de representación en representación, produciendo las ideas o representación obsesivas. Busca en la realidad, constantemente, motivos para culparse y así poder castigarse, por aquel placer vivido.

El obsesivo se siente culpable de algo que desconoce, culpable de algo que no cometió. Este es el conflicto principal de la neurosis obsesiva.

El TOC es una de las enfermedades más inhabilitantes.

Los síntomas en la neurosis obsesiva son muchos y se agrupan por su tendencia. Por un lado, están las prohibiciones, medidas preventivas y penitencias y, por otro, las satisfacciones sustitutivas disfrazadas simbólicamente. Por ejemplo, hay personas que cuando salen de casa tienen que volver a entrar varias veces, porque temen haberse dejado el gas encendido, o las ventanas abiertas, esta acción la tienen que repetir varias veces antes de salir (medida preventida), o aquellas personas que se lavan las manos compulsivamente, incluso hasta perjudicarse la piel, otro ejemplo sería aquel que tiene que ponerse y quitarse 40 veces el calcetín, son todo rituales que en muchos casos ocupan horas, diariamente, dentro de la vida de esa personas (satisfacción sustitutiva disfrazada simbólicamente).

Además, una de las características fundamentales de la neurosis obsesiva es lo que denominamos la erotización del pensamiento, es decir, son personas a las que pensar les produce una satisfacción, es más, en muchas ocasiones este pensar es su manera de relacionarse con la realidad, ellos se relacionan en su pensamiento con las personas que les rodean, se dicen constantemente las cosas que tienen que hacer pero nunca llegan a hacerlas, porque para ellos pensar es como un hacer, pero claro el efecto en la realidad no es el mismo.

Esto les lleva a un aislamiento, ya que se relacionan con todos, pero en su pensamiento, no necesitan hacerlo en la realidad, cada vez se van aislando más y más, así todo sucede como ellos desean, sin contradicciones.

El aislamiento representa, para la neurosis obsesiva, uno de sus mandamientos más importantes, por medio del cual, evitan el contacto. Si comparamos este proceso con el de los enfermos infecciosos dentro de un hospital, vemos una clara similitud, ya que estos son aislados para evitar el contagio con el resto de los pacientes. Esto mismo sucede en la neurosis obsesiva, pero a nivel de pensamiento.

Llegan a evitar hasta el contacto erótico, las relaciones sexuales, que en muchos casos tienen a transformarse en una conducta agresiva hacia los otros. Por medio del aislamiento pierde toda posibilidad de contacto, no quiere contagiarse de ser un humano entre otros humanos, evita cualquier contacto que le recuerde su mortalidad.

Este camino de la neurosis obsesiva perturba, entre otras cosas, el trabajo, debido, por un lado, al asilamiento y, por otro, a uno de los efectos de este, es decir, a una continua distracción y a la pérdida de tiempo de las incesantes interrupciones y repeticiones, impuestas como ideas o como actos obsesivos.

El psicoanálisis es un método eficaz para el tratamiento del TOC o de la Neurosis Obsesiva, ya que proporciona al paciente herramientas para aprender a gozar de otra manera. La medicación en estos casos es un tratamiento ineficaz ya que puede disfrazar los síntomas pero no resuelve el conflicto desatado frente a su propio deseo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

DEL ENAMORAMIENTO AL AMOR

El amor se define, comúnmente, como un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y la unión con otro ser. O, también, como un sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. O, más concretamente, como la tendencia a la unión sexual. El enamoramiento se define como la acción y efecto de excitar a alguien la pasión del amor.

Podemos tomar alguna de estas definiciones para iniciar un camino que nos acerque a los términos enamoramiento y amor, aunque para el psicoanálisis tanto amor como enamoramiento son conceptos que se dan bajo unas condiciones muy precisas.

Habitualmente utilizamos la palabra amor para designar muy diversas relaciones afectivas, pero si se trata de concretar su campo de acción debemos enmarcarlo como un sentimiento de la especie, es decir, que gracias al amor los seres humanos nos unimos para perpetuar la especie, para procrear.

Sin embargo, el enamoramiento sería una sentimiento del ser humano, es decir, el enamoramiento es un medio facilitador que justifica esta unión en un primer instante de la relación. Es un estado transitorio, cuando se alarga en el tiempo se puede transformar en un estado muy cercano a lo patológico, ya que el estar enamorado requiere de la persona una serie de exigencias que si duran mucho, van a afectar su vida diaria provocando una serie de renuncias.

En el enamoramiento se produce una superestimación sexual, en la que la pareja quede sustraída a la crítica, siendo estimadas sus cualidades en más alto grado, le sobrevaloramos. Hay muchas relaciones donde si a uno de los miembros, le hablan mal de su pareja, se enfada y reacciona como si te metieras con él directamente, es una cuestión narcisista.

Esta superestimación genera la ilusión de que amamos a esa persona por sus cualidades psíquicas, pero en verdad es la influencia del placer sensual lo que nos lleva a tales atribuciones.

Se produce una idealización. En el enamoramiento la pareja es tratada como el propio yo del enamorado. Llegamos a encontrar en el otro un ideal propio que no pudimos alcanzar. Así, de alguna manera, satisfacemos nuestro propio narcisismo. La pareja ha ocupado el lugar del ideal del yo.

En el enamoramiento, la persona enamorada se empobrece, dándose por entero a la pareja.

¿Por qué del enamoramiento al amor? ¿Qué significa esta transacción, qué implica para la pareja?

El concepto de amor que hemos aprendido desde nuestra infancia tiene mucho que ver con la familia, desde chiquititos se nos ha inculcado una idea del amor donde lo primero es que nos amen y luego ya amaremos nosotros. Es una manera de amar en la que si tú me amas, yo te amo; si no me amas, yo no te amo. Es como una transacción económica. O lo que es lo mismo, primero nos amamos a nosotros mismos y luego amamos a los demás. El peligro de esta manera de amar es que podemos llegar a convertir el amor en algo egoísta.

En la constitución de todo ser humano el proceso sería a la inversa, primero tengo que amar a los otros para poder amarme a mí mismo. Amarse a sí mismo es necesario, pero primero hay que poder amar a otro ser humano, pero sin un poco de narcisismo es imposible vivir.

La idea de amor social, rompe con la idea del amor que hemos aprendido, sería dar algo sin esperar nada a cambio. Es decir, nuestra única intención tendría que ser hacer de intermediarios. Queremos que la pareja se beneficie sin importarme para qué, independientemente de si ese día estoy bien o mal, más allá de los afectos que me produzca, de mi trabajo, de mi amor, etc... Para ello debemos estar dispuestos a que el otro se beneficie de nuestro trabajo, de nuestro amor. Estamos esperando siempre que los otros hagan algo por nosotros.

Una de la actitudes más comunes es, cuando surge un nuevo amor, abandonar todo, creyendo que de esa manera le amo más ¡cuidando! Para cuidar la pareja es necesario no descuidarse individualmente, mantener las relaciones, el trabajo, las aficiones, ya que cuando la otra persona nos conoció, estábamos en relación con toda esa realidad, con ese movimiento, con esas relaciones, si se abandonan el otro se puede cansar, aburrir y se terminará marchando.

El amor social, es decir, amar más allá de los llamados procesos de identificación, consiste en amar para amar, sin esperar nada a cambio.

Otra manera de amar muy común es la que se desprende de la ideología cristina, esta dice: ama a tu prójimo como a ti mismo. Esta concepción del amor también fracasa, ¡porque hay personas que tal y como se aman a sí mismas, mejor que no amen a nadie!

Algunas soluciones para ayudar al amor a mantenerse en el tiempo pueden ser: Tener algún proyecto en común además del amor, no exigir a la pareja renuncias extremas, aprender a tolerar las diferencias entre los miembros de la pareja, ya que para convivir con alguien y que la convivencia se enriquezca, es mejor que existan diferencias entre ellos, justo al contrario de como se piensa.

La comunicación es muy importante, pero diferenciando hablar con la pareja de contarle todo, utilizar a la pareja como confesor, como médico, incluso como amigo, puede perjudicar la relación más que beneficiarla, hay situaciones que requieren la intervención de un profesional. Y ya que hablamos de comunicación, hablaremos también de sexualidad, ya que es de gran importancia para la pareja, pero reconociendo las diferencias entre sus miembros, ya que lo que le gusta a uno, no tiene por qué gustarle al otro, por eso, es tan importante hablar, para reconocer dichas diferencias. Para hablar es imprescindible escuchar y escuchar es escuchar lo que me dice el otro, no lo que yo creo que me dice el otro. Siempre tolerando las diferencias.

No podemos hablar de amor, sin hablar de celos. Los celos son un sentimiento normal que nos pasa a todos los seres humanos, hasta a las personas que dicen no sentir celos, también les pasa, en su caso en vez de sentirlos, los padecen, los actúan, son comandados por ellos, lo cual resulta mucho peor.

Otra situación muy común que se da en las parejas es que tanto uno como otro, en ocasiones uno mucho más que otro, tiene una tendencia a renunciar, es decir, a ceder a sus propios deseos para satisfacer al otro, este comportamiento puede tener consecuencias, puede desencadenar sentimientos de venganza.

Los celos se manifiestan con un sentimiento de exclusión, se dicen frases como: No me dijo nada, no he sido invitado/a, etc,.. Para sentirse excluidos hay que sentir que no es posible sumar, que las relaciones son únicas, que si el otro tiene otra relación me descuida a mí, si siento celos es muy difícil tener muchas relaciones.

Los celos esconden un deseo, por eso, no siempre son promotores de la negatividad, también son activadores, pueden actuar como motor.

Otra forma de manifestarse los celos es cuando le son atribuidos a otro, es decir, son proyectados a otra persona; es él el que está celoso, yo no soy.

Los celos pueden llegar a invadir y perturbar cualquier tipo de relación, no sólo las de pareja, también pueden intervenir en las relaciones laborales, familiares, de amistad, etc…

Los celos no son ni malos ni buenos, es lo que cada uno haga con ellos. Si los acepto, puedo llegar a transformarlos, si los niego, actuarán en mí perjudicando mis relaciones.

El amor entendido como amor social, permite a las personas que integran la relación seguir siendo dos naranjas que ruedan juntas por la vida.

Magdalena Salamanca

Psicoanalista