sábado, 5 de septiembre de 2009

SOBRE LA NEUROSIS OBSESIVA




En psicoanálisis un síntoma es una respuesta a una situación que rebasa al sujeto. ¿Pero para qué se produce esa respuesta en la Neurosis obsesiva? ¿cuál es la situación que rebasa al neurótico obsesivo?
En la Neurosis Obsesiva Freud nos presenta un predominio de la culpabilidad y los reproches, quedando inconsciente el componente de satisfacción pulsional. La culpabilidad en el obsesivo se refiere a un goce consumado fantasmáticamente del cual se castiga. El obsesivo se siente culpable de algo que desconoce, de algo que no ha cometido.
Podemos diferenciar dos géneros de tendencias opuestas en los síntomas de la neurosis. Por un lado prohibiciones, medidas preventivas y penitencias, o como dice Freud, síntomas de naturaleza negativa; o, por el contrario, son satisfacciones sustitutivas simbólicamente disfrazadas muchas veces.
El triunfo de la formación de síntomas es cuando consigue amalgamar la prohibición con la satisfacción de una manera tal que lo que originalmente fue un mandamiento defensivo o una prohibición adquiere también la significación de una satisfacción.
En los casos extremos consigue el enfermo que la mayor parte de sus síntomas sumen a su significación primitiva la completamente contraria, manifestándose así el poderío de la ambivalencia.
En los casos menos complicados, el síntoma ejecuta cierto mandamiento e inmediatamente suprime o deshace lo hecho. Observamos dos impresiones en la neurosis obsesiva: por un lado, que mantiene una lucha constante contra lo reprimido; y en segundo lugar, que el yo y el superyó toman parte importantísima en la formación de síntomas.
La situación inicial de la neurosis obsesiva es la defensa contra las exigencias libidinosas del complejo de Edipo. La organización genital de la libido resulta ser débil y muy poco resistente; así, el yo inicia su defensa y la regresión total o parcial a la fase sádico-anal, determina todo el curso ulterior del proceso.
El psicoanálisis parece demostrar que en el punto en que el proceso patológico se orienta hacia la neurosis obsesiva ha sido alcanzada ya la fase fálica. Debemos distinguir entre «defensa» y represión, siendo este último uno de los mecanismos que la defensa utiliza. Vemos en la neurosis obsesiva que las fuerzas motivacionales de la defensa se reducen al complejo de castración y que las tendencias que han sido rechazadas son las del complejo de Edipo.


CONTINUARÁ...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre me sorprentes, me gusta leerte.
Saludos de un neurótico obsesivo
¿O no? ¡definitivamente...si!
Saludos ¡me gustó!

ichokozak dijo...

Muy interesante lo que dices de las neurosis obsesivas, porque me parece que hay más de eso entre la gente de lo que se cree.
Un saludo