lunes, 31 de octubre de 2011

NOTAS DE DIRECCIÓN DE LA REVISTA DE POESÍA LAS 2001 NOCHES NÚMERO 129




Distancia, hay que tomar distancia, me digo. Porque, hoy día, nada es lo que parece.

Vivimos en un mundo globalizado, donde la ficción imperante es que todo lo que ocurre se puede saber, y todo lo que se sabe, es verdad. Es la famosa sociedad de la información.

Así, las noticias vuelan de oriente a occidente, de norte a sur del planeta, teñidas por una suerte de amarillismo ideológico al servicio de intereses económicos o de poder, que en el fondo es lo mismo.

Es un viejo truco: al ofrecer más datos, más contenidos, más escritos vacíos, el humano de a pie no puede procesarlo todo. Ametrallado por tanta información, se refugia en lugares conocidos, tendencias conocidas, argumentos conocidos... Todo para no pensar.

Hoy día, nada es lo que parece, y los ejemplos son múltiples:

El que era gran aliado hace apenas un año, ahora es el cadáver de un asesinado brutalmente, exhibido sin ningún pudor en todas las televisiones.

El que fue considerado benefactor del pueblo, empresario o banquero de éxito, ejemplo de trabajo y tesón, hoy es maldito, hasta por su familia, por haber llevado a la ruina a miles de personas.

La alegría de una buena noticia (aunque sea el comienzo de la paz, después de 40 años de muerte) es enturbiada por las zancadillas de quienes les gustaría apuntarse el tanto (porque ellos no supieron o no quisieron hacerlo) y no pueden tolerar que hayan sido otros los que lo lograran.

La protesta pacífica (y posiblemente justificada) de una gran parte de la sociedad contra el absolutismo económico es banalizada hasta el punto de convertir a sus protagonistas (independientemente de su ocupación, edad o poder adquisitivo) en malhechores, mendigos o perroflautas.

Y, en este último saco, se mete todo lo que convenga a según qué tendencias políticas, incluida la gamberrada de un par de jóvenes, quizá un poco ebrios, quizá un poco ignorantes del lugar donde estaban y de la utilización que se haría de sus actos.

Porque, si nos quedaba alguna esperanza de liberación, estamos a punto de perderla, puesto que ya ni siquiera esa palabra es garantía de nada. Hoy en día, no podemos esperar nada de la esperanza.

Sí podemos, por el contrario, abandonar la lectura ingenua de la realidad, ésa que nos indica que todo lo que nos dicen es verdad, y comenzar a desconfiar de las apariencias porque sabemos que, hoy día, nada es lo que parece.

Por último, como corresponde a estas fechas del año, quisiéramos recordar a nuestros muertos.

A veces, para ocultar o taponar el dolor de la pérdida, nos embarcamos en pleitos, luchas, demandas de justicia, búsquedas de culpables o melancolías eternas, cuya única función es distraernos de la verdadera herida: hay un otro que ya no está, y nosotros sí.

La muerte tiene esas cosas...

Así que, para poder seguir, vivos, hemos decidido reconciliarnos con la vida, y lo hacemos de la manera que mejor sabemos: a través de la poesía.

En este número, como Editorial, un poema de Miguel Oscar Menassa, La Guerra, (publicado por primera vez en 1984), muy acorde, por su anticipación, con los tiempos que vivimos.

Después, Rafael Alberti, poeta español que, en 1977 (tras treinta y ocho años de exilio, veinticuatro en Argentina y catorce en Italia), regresa por primera vez a España. Sus primeras palabras al descender del avión fueron: "Me fui con el puño cerrado y vuelvo con la mano abierta en señal de concordia entre todos los españoles".

Porque eso es lo que deseamos, hoy, aquí, a 20 días de las Elecciones Generales: que el sentido común reine sobre las diferencias.

En las páginas centrales, Paul Celan, poeta en lengua alemana, nacido en Rumanía en 1920, que esquivó los zarpazos del nazismo para legarnos su poesía, su agudo saber acerca de las sociedades humanas.

Un consejo: si después de leer este número de Las 2001 noches, usted ha decidido, por fin, comprender algo del mundo en que vive, mejor estudie psicoanálisis.

Carmen Salamanca

lunes, 27 de junio de 2011

PSICOANÁLISIS. PSICOANALISTA. MAGDALENA SALAMANCA

www.magdalenasalamanca.com


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La terapia psicoanalítica utiliza como único medio de trabajo: LA PALABRA. Ni la medicación, ni los consejos son efectivos para tratar y curar los aspectos psíquicos que se ponen de manifiesto en síntomas e inhibiciones como:

  • Baja autoestima
  • Angustia y/o ansiedad
  • Problemas de comunicación y relación con los otros
  • Insatisfacción en las relaciones personales (de pareja, sexuales o con amigos), familiares (tanto con los padres y hermanos, como con los hijos), laborales (con los jefes, compañeros o subordinados)
  • Incapacidad para aprender o para enseñar
  • Impotencia psíquica y física
  • Trastornos sexuales (frigidez, impotencia, vaginismo, falta de deseo)
  • Adicciones (juego, drogas, sexo)
  • Miedos o fobias (miedo a los transportes, a los bichos, a las alturas, a los espacios abiertos, a los espacios cerrados, al agua, cualquier tipo de miedo)
  • Obsesiones y/o TOC (Trastorno obsesivo compulsivo)
  • Trastornos alimentarios (obesidad, anorexia, bulimia, falta de apetito)
  • Alteraciones del sueño (insomnio, necesidad de dormir muchas horas, tendencia a quedarse dormido durante el día)
  • Problemas de la visión, trastornos auditivos, mareos, vértigos.

La lista es tan amplia como las afecciones humanas.

Si de algo estamos seguros, es de que los afectos (no tolerados, rechazados o negados) son agentes activos de las perturbaciones más dispares.

LAS RELACIONES DE PAREJA mejoran notablemente cuando se comienza una terapia psicoanalítica: la comunicación, la sexualidad, el respeto, la toleracia, la aceptación de las diferencias, permite la transformación de los celos en deseo, de la envia en admiración, del odio en amor, de la falta de deseo en trabajo.

Todas las palabras tienen un peso para cada miembro de la pareja, peso que se impone como una exigencia consigo mismos y, en la mayoria de los casos, con el otro, dificultando e impidiendo una relación fluida.

TERAPIA INDIVIDUAL, TERAPIA DE PAREJA,

TERAPIA GRUPAL.

TRATAMIENTO PRESENCIAL,

ON LINE (por skype), TELEFÓNICO.


PARA MÁS INFORMACIÓN O PARA PEDIR CITA :

TEL.: 91 542 30 97 ó 630 070 253

magdalenasalamanca@gmail.com

jueves, 31 de marzo de 2011

UN FIN DE SEMANA PENSADO PARA TI

VIERNES, 1 DE ABRIL A LAS 21.00 HS.





SÁBADO, 2 DE ABRIL A LAS 23.30 HS.


ALCALÁ DE HENARES CON LA CULTURA GRUPO CERO

PARA MÁS INFORMACIÓN LLAMAR AL TELÉFONO 917581940


lunes, 14 de marzo de 2011

LOS HIJOS ¿UN REFLEJO DE LOS PADRES?

http://www.extensionuniversitaria.com/num122/p5.htm

Una de las tareas más complejas a las que se enfrentan los padres es la educación de los hijos. Se trata de algo nuevo, distinto a todo lo conocido, una labor para la que no han recibido formación y que nada tiene que ver con haber sido hijos. Este último punto es muy importante, ya que son muchos los padres que de manera “natural” trazan, para la educación de sus hijos, un camino conocido por ellos, es decir, les imponen las mismas acciones que ellos mismos han llevado a cabo en su educación o, por el contrario, evitan para sus hijos las situaciones que ellos mismos sienten haber vivido de manera dramática o impositiva.

El exceso de cariño con los hijos puede ser la manifestación de una reviviscencia y una reproducción del propio narcisismo de los padres, abandonado mucho tiempo atrás. Esta situación tan común, y tan poco beneficiosa, puede provocar en el futuro hombre trastornos que le impidan llevar a cabo, de forma independiente, su vida.

La hiperestimación que se escenifica en la relación filial, donde se atribuyen al niño todas las perfecciones (atribución, en muchos casos, muy alejada de la realidad) hace a los padres ciegos ante los defectos que el niño tiene. Defectos que no son ni malos ni buenos, son cualidades del desarrollo del cachorro humano que ha de transformarse en un hombre o en una mujer, semejante pero diferente a todos los otros hombres y mujeres.

También existe la tendencia, en algunos padres, de negar u obviar para el niño todas las conquistas culturales, atribuyéndose ellos, como progenitores, los logros que los pequeños van adquiriendo en la realidad. Escuchamos frases como: Mi niño es el más listo, Mi hijo es el que mejor juega o Mi pequeño lo hace todo bien. El “mi” que se repite insistente no es otra cosa que una clara manifestación narcisista, donde “yo” es lo más significativo de los logros del hijo. Es decir, el niño es como una prolongación de los padres donde se satisfacen aquellas aspiraciones de la infancia. De esta manera, en muchos casos, hallamos en los defectos de los hijos un fracaso de los padres, fracaso sentido como una gran decepción por los mismos. Esta situación nubla la mirada de los padres, debido a la herida narcisista que se genera. En estos casos, puede ocurrir que el progenitor o los progenitores se alejen de la educación de los hijos, haciendo responsables a los educadores, a los amigos, a otras personas en general, excluyéndose radicalmente de toda responsabilidad, ya que, si se responsabilizan, pueden ver en los errores de sus hijos, sus propios errores, sus propios defectos, es decir, destellos de su propia imperfección, característica innata de los seres humanos, es decir, su cualidad de mortales.

Se atribuye, en todos los casos, a los niños una vida más fácil que a los padres, cosa que es sencilla de observar desde el conocimiento y desarrollo adulto. Tienen herramientas de las cuales nada sabe el infantil sujeto y, por tanto, al no tener acceso a dicho conocimiento y desarrollo, no puede ser puesto en acto. Es decir, ser un adulto tiene sus complejidades pero también, un adulto tiene habilidades que los niños desconocen a la hora de abordar su vida.

A pesar de la ausencia de preocupaciones, tales como la enfermedad, la muerte, la renuncia, el placer y la limitación de la propia voluntad por las leyes de la naturaleza o por la sociedad misma, el niño no vive ajeno a dichas complejidades, son muchas las situaciones que se le presentan como nuevas y que tiene que aprender a manejar.

A la nueva realidad que se le impone constantemente al niño, tanto exterior como interiormente, le añadimos la imposición de los progenitores de realizar los deseos incumplidos por ellos mismos, por ejemplo, la exigencia de que se convierta en un gran hombre, en el héroe que el padre no llegó a ser o, en el caso de la mujer, de conseguir un hombre para su vida que se asemeje a un príncipe (deseos ambos, de todo hombre y toda mujer). Lo único que se persigue con tal actitud de los padres es la de ser, de alguna manera, inmortales en los logros de sus hijos, pero ¿hasta qué punto esta situación con los hijos no es sino una actitud egoísta? Egoísmo donde lo importante no es permitir y transmitir una educación a los hijos que les haga independientes y posibilite su desarrollo más allá de la existencia de sus padres, sino una actitud narcisista que incremente la falsa estimación del yo de los padres, negando así su propia mortalidad y haciéndoles creer a sus hijos que ellos son perfectos, creencia que, claramente, perjudica la evolución y desarrollo del niño que, tarde o temprano, habrá de relacionarse con una sociedad restrictiva, civilizadora.

El amor de los padres, en ocasiones tan conmovedor pero tan infantil, en el fondo, no es sino una resurrección del narcisismo de los padres, que se pone de manifiesto, de forma egoísta, en el amor puesto sobre los hijos.

Una vez que el niño nace, la función de los padres es procurarle alimentos y cuidados, los necesarios para su crecimiento, lo cual implica una educación a su medida, no a la media de los progenitores. Una vez satisfechas las necesidades básicas de los hijos, han de ser entregados al mundo, para que hagan su propio camino.

Magdalena Salamanca

domingo, 6 de marzo de 2011

¿QUÉ SOMOS LOS UNOS PARA LOS OTROS?



Cada uno de los seres humanos somos para los otros seres humanos como cuerpos extraños. Al encontrarnos no podemos otra cosa que producir reacciones sensibles y, siempre, descontroladas, algo así como las viejas reacciones antígeno anticuerpo o semejante.

El cáncer, el Sida, las enfermedades del colágeno, el infarto de miocardio (la mayoría de las veces) así lo demuestran.

La enfermedad, la más grave patología de este siglo sería entonces que no aguantamos a nadie.

DIGAMOS QUE HOY DÍA NADIE SOPORTA A NADIE COMO UN SEMEJANTE.

jueves, 24 de febrero de 2011

INQUIETANTE COMO LA VIDA


Inquietante, sí, muy inquietante, cada vez que me acerco a ti, percibo una inquietante brisa que se vierte, acompasadamente, entre los huecos de las horas, como ritmo amable y fugaz, pleno y exterminador del ansia de huir.

¿Hacia dónde ir, si la libertad me encadena a ti?

Amor de vuelos atómicos, vertidos sobre el blanco displicente de una página. Inquietante, tan inquietante como la vida. Escribir también es un despertar.

*Fotografía; Carmen Salamanca

miércoles, 23 de febrero de 2011

DESPERTAR


Cada despertar es como un nuevo comienzo, una ranura abierta a lo psíquico, encuentro ecuménico que se cierne sobre la vida de cada individuo. Resplandeciente, aniquilador, propagándose como un haz de luz estridente, renace el hombre a la vida, perpetuando su humanidad.

La mañana era soleada y las primeras flores de la primavera había aparecido en el jardín, los misterios de la mirada cautivaban el destierro del alma y, sin embargo, la flagrante tenacidad por vivir, se concentraba, posesiva, entre mis manos.

Hoy es miércoles, el viento casi ni se percibe, la rabia y el desolador rumor del mundo son más destructivos que el viento. Enciendo la televisión en un intento de contagiarme del sabor de los hermanos hombres. Mientras me ducho, escucho gritos, quejas, aullidos, bombas que con insidiosa persistencia llegan a mi íntimo rincón de pureza.

Sí, el agua sobre la piel, el jabón recorriéndome minuciosamente, la pendiente gravitatoria de su caída; el mar, qué fácil es recordar el mar en cada despertar.


*Autora de la foto, Carmen Salamanca.

domingo, 13 de febrero de 2011

ESTRENO DE LA OBRA DE TEATRO "NO VE LA ROSA"



Jueves 17 de febrero de 2011

A las 20:30 Horas

Representación teatral de la obra de Miguel Oscar Menassa

“NO VE LA ROSA”


Realizada por


Elena Conchello y Chicky Álvarez

Lugar


Fundación Progreso y Cultura

C/Maldonado, 53


viernes, 28 de enero de 2011

TERAPIA PARA PAREJAS.

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  • Si tiene problemas con su pareja, si siente que su pareja no se comunica con usted, que ya no se comporta cariñosamente, que le habla cada vez peor o que el deseo ha desaparecido entre ustedes…
  • Si siente celos, envidia o culpa por todo lo que le dice, incluso, si no sabe lo que siente por la otra persona...
  • Si las relaciones íntimas no resultan satisfactorias, o han disminuido o han desaparecido totalmente...

Es el momento de afrontar la situación, comenzar un tratamiento psicoanalítico es una solución.

Poder hablar con un profesional sobre sus sentimientos, situaciones cotidianas o fantasías que le pasan a usted o a su pareja, le permitirá aceptar la situación actual de su relación y tomar las decisiones oportunas.

La terapia para parejas es muy eficaz.

Tel.: 915423097 – 630070253

magdalenasalamanca@gmail.com


lunes, 17 de enero de 2011

PSICOANÁLISIS HOY

¿Qué es el psicoanálisis?

El psicoanálisis es una ciencia que se ocupa del estudio y del tratamiento de los trastornos mentales que pueden afectar a las personas en su vida. Se trate de personas sanas o con alguna enfermedad.

¿En qué consiste?

El tratamiento consiste en sesiones individuales o grupales donde el objetivo es hablar. Usted cuando llega a la consulta de un psicoanalista tiene que decir lo que se le ocurra en ese momento, intentando no pensar lo que dice, es decir, decirlo tal y como se le aparece en la mente. Aunque aparentemente no tenga sentido o aunque le parezca que no es importante o incluso aunque le parezca una barbaridad.

¿Cuántas sesiones son necesarias?

El número de sesiones depende de cada caso. Para determinar el número de sesiones se realiza una primera entrevista donde se valoran sus necesidades y la frecuencia aconsejable para comenzar el tratamiento. Cada caso es único. El acuerdo es personal para usted.

¿Es muy caro el psicoanálisis?

El psicoanálisis es un tratamiento eficaz. Es por su eficacia que el tratamiento no resulte caro. Así como la frecuencia del tratamiento es personalizada, la tarifa que se establece para el mismo, también lo es. El psicoanalista trabaja para usted, le escucha y atiende psicoanalíticamente su demanda.

¿Cuál es la duración del tratamiento?

La duración del tratamiento está sujeta a la cuestión que le ha traído a la consulta y, por supuesto, a la aceptación por su parte del pacto analítico.

Si usted está constipado y el médico le manda un tratamiento para curar la enfermedad, dependerá del cumplimiento del mismo que se cure cuando corresponde o que prolongue su padecimiento, con el psicoanálisis sucede algo similar. Aunque en este caso el requisito sea aceptar y cumplir las condiciones acordadas en la primera entrevista.

Para contactar con Magdalena Salamanca. Psicoanalista.

jueves, 13 de enero de 2011

EL AMOR SE HACE, CON TRABAJO.

No hay amor que dure sin un trabajo, no hay relación de amistad que dure sin un trabajo, sin una preocupación. No sólo un trabajo para que el otro se dé cuenta de mi amor, sino un trabajo sobre mí mismo, porque las relaciones que se rompen son aquellas relaciones donde tanto uno como otro permanecen iguales a sí mismo.

domingo, 9 de enero de 2011

CELOS Y/O ENVIDIA

celos

Los celos son un sentimiento normal, humano. Cuando uno siente celos por algo o por alguien ¿qué está pasando?

Los celos no son problemáticos en sí mismos, son un sentimiento normal, lo que puede producir problemas es lo que se hace con ese sentimiento.

Por ejemplo, ante una situación o persona donde se despiertan celos, se puede interpretar que hay algo o alguien que se teme perder y, por eso, surgen los celos. Se cree que ante esa tercera persona que entra nueva en la relación, ya sea de amistad, de pareja o de trabajo, se puede perder el amor conseguido.

Pensar de esta manera es reducir al dualismo las relaciones, creer que sólo se puede amar a una persona. Además, existe implícito un sentimiento de propiedad en los celos, se cree que puede perder algo que no es suyo, las personas no son propiedad de nadie.

Los celos son la manifestación de un deseo, esto quiere decir, que cuando se sienten celos es porque se ha despertado un deseo hacia esa tercera persona, un deseo por algo de esa persona que me gustaría para mí.

Los celos también se pueden proyectar, atribuyéndole a la tercera persona el mismo sentimiento hacia uno mismo; por ejemplo, cuando se dice “Es que no me deja en paz, está todo el día fastidiándome, creo que tiene celos de mi trabajo, de mi pareja, etc." Está proyectando sobre la tercera persona su propio sentimiento.

En los celos intervienen siempre tres, sin embargo para la envidia con dos es suficiente, el sentimiento de la envidia es más primitivo que el de los celos.

Los celos encubren un deseo, pero la envidia no. No es que desee lo que el otro tiene, lo que quiere es que el otro no tenga lo que tiene, lo quiere eliminar.

La envidia impide las alianzas con los otros. Mientras que los celos, al encubrir un deseo, pueden ser potenciadores, es decir, pueden despertar el deseo de superación. La envidia no. El envidioso, sólo con trabajo podrá aceptar su admiración por lo que envidia.

Tanto los celos como la envidia pueden transformarse en algo positivo, algo que beneficie la relación, del tipo que sea. A veces, son necesarios, siempre van a depender de lo que se haga con ellos.

El psicoanálisis permite identificar y transformar los propios deseos.

lunes, 3 de enero de 2011

FELIZ AÑO NUEVO


"Escribir por escribir, sin importarme las críticas ni los halagos.

Trabajar por trabajar, tener dinero para gastarlo.

Hablar por hablar, sin ambicionar nada y algo vendrá."

Mis mejores deseos para el 2011